miércoles, 1 de abril de 2015

Trilogía culinaria para tiempos de ayuno


Hoy voy a tratar de exponer tres de los platos más representativos, desde mi parecer, de lo que ha sido habitual en las casas extremeñas, españolas diría yo, en los periodos de Cuaresma. Se trata de un menú completo, compuesto por un primero, el Potaje de Vigilia; un segundo, Bacalao Encebollado; y un postre, las Torrijas con Leche. De conjuntar los tres platos en un almuerzo, indudablemente no estaríamos hablando de "ayuno", aunque eso solo es un dicho desde hace muchos, muchos años.
Espero que os guste, si no es así, pues eso que os perdéis.


COCINA DE CUARESMA (I)

Esta vez hemos preparado el plato rey de las cuaresma, producto del ingenio del populacho, que al no poder pagar bula alguna se las apañaba con lo que estaba más a su alcance: las legumbres y las hortalizas.
El POTAJE DE VIGILIA ha sido durante siglos el alimento culinario común en las mesas españolas, especialmente en las casas de las clases populares y durante la época de Cuaresma. El ingrediente principal es la legumbre, dominando de manera apabullante el garbanzo. 
Por las tierras de Coria se mezclan con los garbanzos las judías blancas de riñón, del Barco de Ávila. Las hortalizas más comunes son las espinacas y/o las acelgas. Yo prefiero las acelgas, su textura da más cuerpo en la boca, eso sí, solo las partes verdes. Las pencas se pueden aprovechar para hacerlas en escabeche.
Otro de los ingredientes imprescindibles es el bacalao en salazón que en pequeñas cantidades complementa el plato y aporta proteínas. Bien es verdad que cuando era pequeño, en mi casa solo se encontraba alguna cola o alguna raspa, como se solía decir, "para matar el gusto".
La receta que hoy presento es una versión particular y sencilla de como lo hago en mi casa en la actualidad y para no romper la tradición.



COCINA DE CUARESMA (II)

Hoy voy a dar una receta de uno de los productos estrella en estas fechas. Se trata de una preparación que mi madre hacía siempre en los tiempos de vigilia. No es que fuéramos muy católicos, yo diría que casi nada, pero las tradiciones eran las tradiciones. Mi madre, como se suele decir, lo preparaba con todo el cariño; la verdad era que no le quedaba otro remedio. Lo hacia a su estilo, como la habían enseñado, de una manera muy básica pero acertaba en el punto de gracia.
Se trata del BACALAO ENCEBOLLADO, o más bien en un escabeche ligero. En estos tiempos que corren el bacalao ya no es lo que era, ahora es un artículo más bien caro, comparado con el producto popular que fue el siglo pasado. 
Yo lo he elaborado de una manera particular, tampoco le he puesto mucha sofisticación, por eso de mantener las formas aunque sean mejoradas. 











COCINA DE CUARESMA (III)

Vamos a por la tercera, a por el postre por antonomasia en estas fechas; también, como no, una exquisita merienda:
LAS TORRIJAS son y han sido un manjar para degustar sentado en la mesa con buena compañía, en estos días que se convierten en un reencuentro con familiares y amigos. 
Son muchas las recetas de torrijas que se dan a lo largo y ancho de toda la geografía española. A mi particularmente me encantan las de Sevilla, con ese aroma especial a miel, clavo y vino en estos días de bullicio y pasión que desprende la Semana Santa Hispalense.
La receta que presento son de TORRIJAS CON LECHE, una variedad de las más comunes en todas las casas, La verdad que en casa de mi madre no fueron habituales hasta que no empezó a aparecer la "Barra de Viena", hasta entonces fueron más degustadas las llamadas "Pringás". Estas "pringás" no eran otra cosa que una rebanada de pan de tahona frito en aceite y mojado en vino y azúcar, empleándose en desayunos y meriendas.




Espero, y con esto termino, que os haya gustado esta Trilogía de platos propios de la Cuaresma en estas tierras de Coria, en el noroeste de Extremadura. Salud y rebeldía